Cualquier persona que le interese un espacio puede enviar una consulta o solicitud de reserva al anfitrión.
Acá te dejo los dos caminos para manejar consultas y reservas:
Consulta: el inquilino puede iniciar una conversación para aclarar cualquier detalle. Desde ahí, podés invitarlo a reservar o ellos mismos pueden hacer una solicitud de reserva.
Solicitud de Reserva: el inquilino solicita reservar tu espacio para determinada fecha y hora. Con toda la información que te brinde, te toca a vos aceptar, modificar o rechazar el pedido. Si la aprobás, el estado cambiará a “Próximas”. Ya está todo listo para que se encuentren en tu espacio.
Cuantas más reservas aceptes y respondas rápido, más confianza generás y mejores chances tenés de alquilar tu espacio. Invitá siempre a los inquilinos a reservar y asegurate de aceptar en tiempo y forma para maximizar tus ingresos.
💡 Tip: Los espacios con alta tasa de respuesta y aceptación suelen destacarse más y atraer más reservas.
